domingo, 21 de septiembre de 2008

EMIGRACION FORZOSA AL INTERIOR

 

Por la presión de estos capitales y previendo el problema que se le avecinaba, es que el intendente de la Ciudad de Buenos Aires tuvo que poner límites a esta nueva forma de transporte público de pasajeros que se denominó el taxi – colectivo.

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En la edición del diario La Opinión de la ciudad de Pergamino de fecha 11-10-1928 en primera plana y bajo el nombre del diario, publica a página entera y en 2 renglones el siguiente título: “La Comuna de Buenos Aires fue demandada por el Anglo – Argentino” y el subtítulo es: Exige una indemnización de 10 millones de pesos y 8 mil pesos diarios. Los Taxi – colectivos. (Ver página anterior)

Foto en Lujan con Text

Foto del colectivo de Di Cesare que hacía la línea Liniers – Luján año 1929

Y la vamos a reproducir textualmente por que es una noticia de pocos renglones pero dura como el diamante en las exigencias de las compañías inglesas; expresa así:

“BUENOS AIRES, 10 (Austral) – Ante la perspectiva de que los taxi colectivos no sean suprimidos por la municipalidad, la empresa del Tranvía Anglo Argentino, por intermedio de sus abogados, ha radicado hoy una demanda contra la comuna en el juzgado en lo Civil a cargo del doctor Grandoli, por incumplimiento del contrato de concesión.

En el escrito de presentación, la empresa manifiesta que la comuna no ha cumplido con los compromisos establecidos, y pide que el juez ordene el pago de una indemnización a la querellada, por valor de diez millones de pesos, más un suplemento diario de ocho mil pesos, mientras no sean suprimidas la superposición de líneas efectuada por las nuevas establecidas por los autos colectivos.”

Esta noticia publicada en la primer página, cuyo título abarcó la totalidad del tamaño de la hoja, y a 2 renglones, aunque escueta en su redacción, ya que se desarrolló en una columna y en 25 renglones, se la imprimió en “negrita” para que resaltase del resto de la información, habla a las claras de como los ingleses defendían sus capitales, aún a costa de ir contra los intereses de una nación.

En cambio el diario La Nación en su página Nº 9 del 30-09-1928 titula la noticia de esta otra forma: Una empresa tranviaria protesta por el nuevo servicio de automóviles. Y de subtítulo agrega: Más de 40 líneas. En el contenido del artículo comenta que hay mil (1.000) vehículos afectados.

Y esto se da a distintas interpretaciones: La Opinión de Pergamino, en esos años su director, dueño y fundador era don Enrique Venini, hombre de ideas socialistas, en cambio La Nación tenía otra tendencia; porque de decir que le inician juicio a la Comuna de Buenos Aires (La Opinión) a que la empresa protesta por el nuevo servicio de automóviles (La Nación) hay una diferencia notable aún a la vista del más ingenuo.

Otra cosa que no quedó en claro es la magnitud que adquirió este sistema de transporte aunque de por sí se nota la rápida aceptación que tuvo.

En el cuadernillo Nº 1 titulado Los Grandes Inventos, de: Gente testigo del Siglo, de la Revista Gente, publicada en Buenos Aires por Editorial Atlántida S. A. en sus hojas 30 y 31 hace un comentario de los primeros taxi – colectivos (año 1928) a los modernos ómnibus que circulan en estos años (año 1999).

En el sexto párrafo de la descripción de 1928 expresa: “una semana después del viaje inicial, ya circulaban por la ciudad 10 líneas que sumaban 400 vehículos. Los dueños establecieron un precio fijo, dividieron itinerarios y acordaron horarios continuados”.

Y en el quinto párrafo de lo descripto para 1999, expresa: “Casi 71 años pasaron desde aquel viaje de la línea 1. Cambiaron el precio, la cantidad de pasajeros y los recorridos. Pero algo se mantiene inalterable. El colectivo es protagonista de la vida de los argentinos”.

En unos párrafos anteriores de este libro se puede observar que La Nación del 30-09-1928 subtitulaba: Más de 40 líneas, y en la nota expresaba: más de mil (1.000) automóviles.

Es evidente que alguna de las dos publicaciones tiene un error involuntario de apreciación, ya que de 10 a 40 líneas hay una gran diferencia; y de 400 a 1.000 vehículos, también.

Entonces fueron por más, poner freno a los colectivos que no solamente iban aumentando en tamaño sino también en cantidad de líneas. Por esos años ya circulaban en toda la Capital Federal, el conurbano porteño y también habían líneas que saliendo desde la Capital hacían recorridos al interior.

El gobierno de Yrigoyen, iniciado el 12-10-1928, había dado impulso a la pavimentación de nuevas rutas, y estas iban siendo recorridas por los colectivos que tenían punto de partida en Buenos Aires, o conectaban distintos pueblos del interior. Por ejemplo la ruta San Nicolás – Pergamino se terminó de construir a mediados del año 1932, y en Septiembre de ese mismo año ya contaba con un servicio de colectivos que hacía el recorrido cada dos horas, quitándole los pasajeros al ferrocarril.

Dentro del perímetro de la Capital, los taxi colectivos en vez de arrimar a los pasajeros desde los suburbios hasta donde comenzaban las líneas tranviarias para que estos llevasen al público usuario al centro, ocurrió que la gente una vez que ascendía a los colectivos seguía en los mismos hasta arribar al centro.

De esta forma los ómnibus, tranvías, subterráneos y ferrocarriles perdieron un importante caudal de clientes. Esto es lo que causó el malestar británico, que comenzó a presionar al Gobierno Nacional. Como consecuencia de ello el Congreso Nacional aprobó en 1936 la Ley 12.311 creando la Corporación de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires.

En 1930 los capitales ingleses administraban las líneas ferroviarias: Buenos Aires al Pacífico, Central Argentino, Ferro Carril Oeste, Ferro Carril Sur. Sus costos no bajaban pese a la petición del gobierno nacional.

La depresión mundial de este año afectó el valor de los cereales y carnes exportables, dejando nula la rentabilidad de los productores argentinos.

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