SU VIDA EN ITALIA
1900 – NACIMIENTO EN CALASCIBETTA – SICILIA – ITALIA
Nació el 19 de Noviembre de 1900 en Calascibetta, Provincia de Enna, en la Isla de Sicilia (La Piccola Italia). Calascibetta está situada a 7 kilómetros de Enna, capital de la provincia del mismo nombre y enclavada en el corazón geográfico de la Isla.
Fue el octavo hijo de los diez que tuvo el matrimonio, ocho mujeres y dos varones, hijos de Carmelo Cesare y Rosaria Bruno. Sus hermanos fueron: Angélica, Matilde, Lucía, Sofía, Basilia, Aurelia, Mariano, Carmela y María.
Esta ciudad de origen medieval, al parecer debe su nombre a un castillo árabe construido sobre la roca elevada del lugar y recibió el nombre de KALATH SHIBET (en su traducción literal Castillo de Shibet) y luego traducido al italiano quedó como Calascibetta (Fasello, Historia de Sicilia).
Calascibetta, así como otras regiones de Sicilia, sufrió distintas dominaciones extranjeras en uno u otro lugar. Leyendo una nota publicada en el diario “Clarín” en el Suplemento Viajes, de fecha 19-03-2006, el autor de la misma Néstor Restivo (nrestivo@clarin.com) entre otros conceptos cita: “... porque a Sicilia no faltó nadie: Fenicios, Cretenses, Griegos, Arabes, Normandos, Franceses, Aragoneses, cada uno dejando su huella...”
La mencionada localidad está situada en una elevación de 875 metros sobre el nivel del mar desde donde se aprecia un magnífico panorama, y se puede observar el gran volcán Etna situado en la llanura de Catania. Esta ciudad fue aparentemente fundada en el año 851 D.C., aunque excavaciones arqueológicas llevan a demostrar que ya estaba habitada en el Siglo VII A.C., otras recientes hablan del Siglo XX A. C.
En el año 1062 el ejército del Conde Rogerio ocupó esta posición elevada para lanzar el ataque decisivo contra los sarracenos que estaban asentados en Enna (hoy capital de la provincia) y separadas sus fuerzas por un valle. Luego fue sometida por los normandos y después por los angevinos y tras sufrir otras dominaciones más pudo recuperar su libertad. Esta localidad es una pequeña población, hoy en día registra un promedio de 5.000 habitantes según el censo comunal.
Imágenes panorámicas de Calascibetta
DE DONDE PROVIENE EL APELLIDO, Y SU SIGNIFICADO
Su verdadero apellido es De Cesare.
Según se ha ido pasando por tradición oral, de generación en generación, De Cesare significa, traducido al castellano, “del Cesar”. Y la historia familiar cuenta que este apellido proviene de que su antepasado fue general de una de las legiones del Imperio Romano del Emperador Julio Cesar, y por estar al frente de los ejércitos que ayudaron a expandir sus territorios, a los generales que las comandaban éste les otorgó la gracia de llevar desde ese entonces el citado apellido.
De allí que originalmente se llamasen “De Cesare” proveniente del antiguo idioma Romano. Con la unificación de Italia (hace aproximadamente dos centurias) también comenzó a unificarse el idioma, siendo el Italiano el idioma oficial.
Su padre (Carmelo Cesare) al anotar a sus hijos en el Registro Civil los inscribió como Di Cesare y fue allí donde cambió el apellido de sus descendientes (excepto a la primera y novena hija a quienes registró como Cesare). En el escudo heráldico familiar, que sus hermanas le enviaron desde Italia allá por 1950, cita el apellido De Cesare porque en la fecha que se encuentra inscripta la familia como “Noble y Notable” aun no estaba unificado el idioma.
Dicho escudo dice “Citando al Comendador Giovan Battista di Crollalanza, en su diccionario de la historia blasónica de las familias nobles y notables Italianas, encontramos que esta familia, oriunda de Taranto, por medio de un escrito del Rey del 2 de Junio de 1759 fue por justicia y gracia una de las once familias agregadas a aquella nobleza”.
Personalmente constaté que en los libros de actas del Registro Civil de Calascibetta cada antepasado mío fue inscripto de la siguiente manera:
· CESARE, Gesualdo (mi tatarabuelo)
o CESARE, Mariano (mi bisabuelo), nació en 1840, tuvo dos hijos
§ CESARE, Carmelo (mi abuelo), (1867 - 1913), casado con Rosaria BRUNO (1872 - 1939). Ellos tuvieron 8 hijas mujeres y 2 hijos varones, según detalle:
· CESARE, Angélica, nació en 1888
· DI CESARE, Matilde, nació el 1890
· DI CESARE, Lucía, nació en 1891
· DI CESARE, Sofía, nació en 1892 (monja Congregación Santa Ursula)
· DI CESARE, Basilia, nació en 1894
· DI CESARE, Aurelia Concepción, nació en 1896
· DI CESARE, Mariano, nació en 1898
· DI CESARE, Angel Alfonso, (mi padre, en italiano Angelo Alfonzo) nació el 19-11-1900
· CESARE, Carmela Calogera, nació en 1904 (monja Congregación Santa Ursula)
· DI CESARE, María (nació en 1906)
Escudo Heráldico Familia De Cesare (Di Cesare)
Aún me es motivo de investigación porque mi abuelo paterno figuraba con el apellido “Cesare” pero firmaba como “Di Cesare”. Así lo constaté al tener ante mi vista el libro de actas de nacimiento del Registro Civil de Calascibetta cuando anotó a su penúltima hija la registró como Cesare, Carmela Calogera y firma el acta como Carmelo Di Cesare.
También pude observar el acta de casamiento de mis abuelos. En la misma se inscribe el matrimonio de “Cesare, Carmelo con Bruno, Rosaria” y al pié del acta el consorte firma como Carmelo Di Cesare.
En una época los anotaron en el Registro Civil como “Cesare”. Una curiosidad que pude observar al revisar los microfilme de los libros de defunción de Caslascibetta que a los registrados con el apellido “Cesare” en el índice anual los anotaban en la letra “C” como Cesare y el la “D” como Di Cesare
1906 - A CRECER DE GOLPE
Por lo que me contaba mi padre, mi abuelo estaba en el Seminario cursando sus estudios y le faltaba poco para ordenarse de sacerdote, pero dejó los mismos para casarse. Como era un hombre con formación cultural, fundó la Liga Agraria de Calascibetta.
En 1906 ya eran 10 hermanos (solamente dos varones), por eso le tocó a él ir con su abuelo paterno (de 66 años) a traer el sustento para su familia. Iban todos los días a trabajar al predio de aproximadamente 1 hectárea que el gobierno les había otorgado a unos 10 kilómetros de distancia de su casa.
Debían hacer grandes esfuerzos para arrancar del suelo pesados trozos de piedras semienterradas, arrastrarlas e ir formando montículos con las mismas cada tantos metros, para recién poder carpir el terreno, mejorarlo, abonarlo y así sembrar hortalizas y trigo para luego cosecharlo y poder comer algo.
Una vez maduras las espigas de trigo, se las cortaba con la hoz y se las trasladaba a la casa para separar las espigas de la paja, con las cual armaban una parva para hacer la “cama” a los animales que criaban en el establo. Las espigas de trigo las desgranaban, después molían los granos para obtener harina y amasar el pan que elaboraban en su propia casa y también amasaban los fideos a los que acompañaban con las verduras y hortalizas que cosechaban en el terreno asignado.
A él con sus casi 6 años le tocaba salir antes de la madrugada caminando solo, colocando tramperas a la espera de poder cazar algún animalito silvestre y tener carne para comer. Más tarde, cuando ya aclaraba, venía su abuelo revisándolas y levantándolas, viendo si alguna presa había quedado atrapada en las mismas. La comida que llevaban para toda la jornada de trabajo era un poco de pan y una cebolla, y cuando podían, un chorrito de aceite de oliva para darle sabor al pan.
El abuelo le daba para hacer varias tareas que prácticamente le ocupaban todo el día, no obstante le decía “haceme esto, esto, esto, y dopo lavoro, haceme también tal, tal y tal cosa” (dopo lavoro traducido al castellano significa “después del trabajo”). Sabía contarles a sus hijos que su abuelo le decía tantas veces las cosas que le ganaba por cansancio y al final las hacía para que no se las repitiese más. Había aprendido bien la lección pues muchas veces la aplicaba con sus hijos.
El 18 de mayo de 1913 fallece su padre y queda al frente de su casa y familia.
Ellos vivían en la Via Dranza N° 151 en la planta alta de la casa, puesto que la planta baja era el establo donde criaban y guardaban las ovejas para obtener lana, la vaca para proveerse de leche, las gallinas para tener sus productos y comer algo de carne, y un burro como medio de transporte y para las cargas en general.
A mediados de Marzo de 2006 mi sobrino Hernán Pampin Di Cesare, que también mantiene correspondencia con mi prima domiciliada en Calascibetta, se enteró que la casa que ocupaba la familia de mi padre se ha mantenido tal cual como en 1900 y que actualmente una familia belga la alquila para pasar sus allí vacaciones.
Cabe acotar que en esa región del sur italiano era una deshonra que las mujeres trabajaran fuera de la casa, como así también ir a la panadería a comprar el pan, por eso lo amasaban y hacían la cocción en el horno de barro que tenían. Vivían del autoabastecimiento, una economía muy primitiva, siendo muy pocas las cosas que salían a comprar. Y así llegó hasta 1917.
Mientras vivió el abuelo este le fue enseñando como arar, sembrar, cultivar, podar los frutales, hacer salsas para guardar, disecar la fruta obtenida para tener en el frío y nevado invierno.
Así aprendió a cuidar los animales que criaban en el establo, ordeñar la vaca, herrar el asno o la mula que tenían para las tareas como ir a cortar leña y acarrearla para prender fuego y cocinar o también para calentarse. Otra cosa que le enseñó es como cambia la calidad de la tierra en pocos metros y solía decirle que la misma se compra de a palmo (palmo: medida equivalente a 21 centímetros o la mano de un hombre extendida).
Mariano Cesare – Año 1880 (abuelo de Angel)
Todas estas enseñanzas le sirvieron de mucho una vez en la Argentina cuando tuvo que arreglárselas solo para subsistir y salir adelante.
Carmelo Cesare (Italia 1906) Estampa recordando el fallecimiento de
Falleció el 18/05/1913 Rosaria Bruno
1918 - EXPERIENCIA COMO COMBATIENTE EN LA 1° GUERRA MUNDIAL
Estando Europa culminando la 1º Guerra Mundial (1914-1918) es llamado con apenas 17 años a incorporarse a las filas de Ejército Italiano, teniendo la fecha de ingreso el 6 de junio de 1918. La instrucción militar la hizo en Reggio Calabria ciudad del extremo sur italiano, sobre el estrecho de Messina que separa a Italia continental de la isla.
Allí estuvo incorporado haciendo la instrucción militar bajo el número de matrícula 13.336 en el Cuerpo N° 20 de Infantería siendo destinado a la Compañía N° 12 hasta el 18 de Septiembre de 1918. Terminada la parte instructiva pasa al frente de batalla en la alta Italia, combatiendo en la lucha contra el ejército alemán.
Estando en el frente de batalla, luchando en las trincheras y con la nieve cayéndoles encima, en una avanzada que realizó su regimiento sobre las fuerzas alemanas estas responden con tiros de cañón y granadas, una de estas explosiones cayó sobre el grupo matando y destrozando a varios de sus camaradas.
Al ver esto y que ya no tenía tiempo para volver a su posición tomó la resolución de tirarse al piso dentro del pozo que había provocado la explosión donde estaban sus compañeros muertos o agonizantes, para hacerse pasar por muerto.
Sabía contarle a sus hijos y luego a sus nietos que una vez cesado el bombardeo alemán, estos salieron de sus sitios de lucha con los fusiles y calaron las bayonetas para la lucha cuerpo a cuerpo. Fueron aproximándose donde estaban tirados ellos para proceder a atravesar a varios cuerpos con sus armas y asegurarse que no quedasen vivos.
CUANDO LO DEJARON POR MUERTO TRAS UNA BATALLA
Quiso el destino que cuando ya estaban llegando a su cuerpo para atravesarlo, un soldado alemán le hizo señas al otro para que no ensuciase más su arma con la sangre de los muertos y no siguiese con esa tarea, a lo que el otro soldado alemán accedió y en vez de atravesarlo con la bayoneta le aplicó un culatazo con su fusil sobre el cráneo dejándolo por muerto también.
Contaba que entonces se quedó dos días tirado dentro del pozo al lado de sus compañeros muertos y hurgaba en los bolsillos de éstos buscando algún pedazo de pan para aplacar el hambre que sentía. Luego de estos dos días, y viendo que las tropas enemigas se habían alejado se incorporó y corrió hasta alcanzar a su compañía. Como testimonio de lo que le había pasado, tomaba la mano de su interlocutor y la pasaba sobre la depresión que le había quedado en el cráneo.
Otra huella que le quedó del campo de batalla fue su dedo índice derecho, al que le faltaba parte de la primera falange y con la uña atrofiada. Contaba que una bala enemiga le dio en esa parte de la mano en medio de un combate, mientras defendían sus posiciones dentro de la trinchera disparando desde allí a las tropas alemanas.
Al finalizar la 1º Guerra Mundial le dan de baja el 31-01-1919 según consta en su cédula militar, y regresa por unos días a su pueblo.
Hoja de viaje para Incorporarse al Servicio Militar
Angel Di Cesare a los 17 años con el uniforme de combatiente y en el Hospital Militar (1º de la derecha)
Y DESPUES DE COMBATIR EN LA GUERRA, A HACER EL SERVICIO MILITAR
En menos de 15 días de haber llegado a su casa es citado para incorporarse al servicio militar, ingresando el 20-02-1919 y finalizando su prestación el 31 de Marzo de 1923. Lo hizo en Palermo, capital de Sicilia.
Una vez cumplido su servicio militar y en plena convicción que con esa guerra no se habían arreglado los conflictos que la provocaron, decide emigrar a otro país en búsqueda de paz y prosperidad, y oyó hablar de América, e inició los trámites para irse.
Angel Di Cesare cumpliendo el Servicio Militar en Palermo (Sicilia) en 1921
1923 – LOS SUEÑOS ESTAN EN AMERICA
Solicitó visa para ir a los Estados Unidos. Como esta no llegaba, se anotó para ir a la Argentina también. Allí obtuvo su permiso y pasaporte el 1° de Julio de 1923. A los dos días se embarcó en el vapor Cesare Battisti de la Compañía Transatlántica Italiana, con boleto N° 1345 de tercera clase abonando el precio de un mil seiscientos cincuenta liras, con número de pasajero 225, llegando a la Argentina el 23 de Julio de 1923 después de una escala en Santos (Brasil) de 2 días.
A los 15 días de estar embarcado, rumbo a la Argentina, le llegó el permiso para ingresar a los Estados Unidos de América, pero ya estaba sobre el barco con este otro destino y nunca más volvió a su Italia natal ni salió de la Argentina.
El contacto con su familia que quedó allá en Italia fue por cartas y siempre les enviaba algunas cosas de acá ya que no todo se podía enviar como ayuda para un país que había pasado la guerra. Los últimos años de su vida ya no quiso escribirles al ver que desde su casa natal no recibía cartas y suponiendo que todos habían muerto por que él era uno de los menores.
Nunca se olvidó de sus hermanos y madre que dejó allá en su Sicilia natal, pero la inseguridad de otra guerra y ver tan de cerca la muerte como la vio lo llevaron al desarraigo y siempre pensaba con nostalgia en los suyos. Tal vez por eso no se nacionalizó como argentino.
Boleto de embarque a la Argentina